Tragicomedia

Andamos siempre ocupados, siempre! .... por el trabajo ante todo, por nuestros pensamientos de lo más variados, por nuestra ansiedad de no quedarse quietos un momento; es decir para llenar ese vacío que a veces o a menudo notamos y sentimos en nuestro interior. En mi caso (serán los años que pasan inexorablemente , esos malditos!!) es cuestión de encontrar a ese alguien especial: quizá sea el hecho que a cada instante uno se siente más solo que la una, y ese uno intenta combatir con la espada en la mano esa sensación de querer compartir algo de esta vida que nos ha tocado con una persona que, sea la que sea, ha de de gustarte físicamente (la belleza exterior atrae a cualquiera, aun que subjetiva), ha de saber jugar con tu mente y con tus palabras, ha de saber entenderte hasta en los silencios, en fin que ha de saber llevarte y aceptarte tal como eres. En este mundo emocional donde todo es valido para poder carpir la esencia de la vida misma y donde no hay manual que tenga que te diga las pautas a seguir, en este mundo donde hay vendavales que a veces te arrastran dejándote sin sentido y a veces logras izar tus propias velas para sacar provecho y ventaja de un viento que sopla hacía la dirección que quieres y has querido tomar, me encuentro en una encrucijada , mejor dicho en LA encrucijada del querer o no querer seguir adelante. La GRAN PUTADA es que como confío en mi propia intuición resulta que son todas las veces en que no estoy determinado en llevar a cabo , al fin y al cabo, este proyecto, atormentado y lacerado por la esperanza de querer vivir EL GRAN MOMENTO, en el que estas totalmente subyugado a ese alguien, .. vamos, a que te de la vuelta como a un calcetín, .. o para los más románticos, preso de aquel "Butterfly in my stomach" que parece no llegar, aquel "Je ne sais quoi" que hace que te suba el animo y corras hacia tu destino. Bien! He conocido a mucha gente, pero: o resulta ser demasiado de manual, demasiado todo previsto, cuando se ponen todas las cartas en la mesa, y solo queda rezar que te vaya bien (así llegó Carlos); o te pierdes en una infinidad de juegos donde el tira y afloja te da vidilla pero al final llega a cansarte porqué no llegas a nada y solo queda la picardía de las palabras y de algunos gestos (ahí va Dani); o de repente vuelve al ataque un ex que solo te marea la perdiz (niño Luis, a ver si nos comportamos, eh!?!). Así que , que es lo que queda? Supongo el seguir subiéndote al tiovivo, y disfrutar de lo que llega, apartando deseos y excitación venérea , para seguir con la pura excitación que es la vida misma. Ipso dixit.